domingo, enero 31, 2010

DESDE LA TRIBU DE CACHUSO #9


Una vez acabado el año fiscal, la Agencia Tributaria
envió un inspector d Hacienda para auditar los libros de una sinagoga.

Mientras los iba comprobando, se giró hacia el rabino
y le dijo:

- Observo que compraron un montón de cirios. ¿Qué es
lo que hacen con los restos de cera que gotean?

- Buena pregunta -dijo el rabino-.

Las vamos guardando y las devolvemos al fabricante, y
de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios.

- ¡Oh! -respondió el inspector, algo decepcionado con
que su insólita pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero
continuó con sus odiosas maneras-.

¿Qué me puede decir sobre sus compras de galletas?
¿Qué
hacen con las migajas?

- Ah, sí -respondió el rabino, dándose cuenta de que
el inspector estaba intentando ponerle en un aprieto con su absurda
pregunta-, las recogemos y las devolvemos a los fabricantes, y de vez en
cuando nos envían gratis una caja de benditas galletas.

- Ya veo -respondió el inspector, estrujándose el coco
para ver como podía sacar de quicio al sabelotodo del rabino-.

Bien, rabino, y entonces ¿qué es lo que hacen con los
prepucios que van quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?

- Pues aquí tampoco desperdiciamos nada -respondió el
rabino-.
Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la
Agencia Tributaria , y de vez en cuando, una vez al año más o menos, ellos
nos envían un capullo completo.

El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser
idiota
delante de un idiota que aparenta ser inteligente.